¿Existe o se construye?
A lo largo de este camino llamado vida, en diversas ocasiones los seres humanos enfrentan situaciones retadoras que les hacen desear un cambio de rumbo en su existencia, lo que los lleva a creer en la SUERTE, pero siempre vista como un acto milagroso que solucionará los problemas, algo así como ganarse la lotería, conseguir una pareja millonaria, recibir una herencia o cualquier otra forma de golpe de suerte que se les pueda ocurrir.
Sin embargo, cuando pasan los días sumergidos en medio de ese constante deseo de que exista algo más, de que algo cambie, pero que en su SER, nada pasa, excepto en su mente que con cada tic tac del reloj va perdiendo la esperanza a medida que se sumerge en el profundo pozo de tristeza, frustración, rabia, dolor y muchas otras emociones que en conjunto pueden llegar a destruir al corazón más hermoso que exista, se ven forzados a ver que es necesario aceptar lo que entienden por su realidad, esa que tanto anhelaba un cambio pero que jamás llego, incluso se enfrentan al final del tiempo de esta existencia y pasaron todo el viaje esperando esa SUERTE, y vociferando cosas como, soy de malas, nací sin suerte, unos nacen con estrella y otros estrellados. ¡En fin!
Hoy queremos traerles a debate una cita de un hermoso libro, que a lo largo de este camino de continuo aprendizaje fue uno de los mayores tesoros que pude descubrir, me ha servido de motivación para nunca rendirme, “La buena suerte” de Alex Rovira y Fernando Trías de Bes, a través de ese cuento me vi cara a cara con la dualidad que permanece viva dentro de mi ser, hice conciencia de ese dialogo interno que pocas veces se detiene en el día a día y me llevo a tomar la decisión de qué caballero (blanco o negro) deseaba alimentar para tener BUENA SUERTE. La frase más reveladora fue:
“Décima Regla de la Buena Suerte: Crear Buena Suerte es preparar las circunstancias a la oportunidad. Pero la oportunidad no es cuestión de suerte o azar: ¡siempre está ahí! … por tanto: Crear Buena Suerte únicamente consiste en… ¡crear circunstancias!”
Después de interiorizar esas palabras comprendí que tenía el poder de crear mi BUENA SUERTE y, aún más revelador, por primera vez me sentí con el poder para crear, ya que comprendí que dependía únicamente de mí el ser feliz. Hoy quiero que después de leer estas palabras puedas iniciar un viaje de transformación que te acerque a lo que realmente anhela tu corazón, sabiendo que el control de este viaje esta en tu interior y en lo que estés dispuesto a arriesgar en el proceso.