Con este título muchas personas podrán sorprenderse, sobre todo aquellas que hayan sido tratadas con rudeza por diversas circunstancias del diario vivir o que en este preciso instante estén atravesando un momento en donde es difícil ver la luz a través del dolor que invade el alma, pero y si les decimos, el dolor es una emoción inevitable a lo largo de este recorrido al que llamamos vida, pues siempre sucederán cosas que lastimaran o circunstancias que nos sacaran de nuestra zona cómoda, pero, el quedarse viviendo allí por tiempo indefinido nos llevara al sufrimiento, convirtiéndolo en una decisión voluntaria y que inconscientemente la tomas para evitar enfrentarlo, porque crees que es peor verlo a los ojos que dejar que se apodere de tu vida, pero la consecuencia es que este poco a poco te va consumiendo.
Dicen que para escribir de algo debes conocer del tema, bueno, pues conozco perfectamente lo que es tener un dolor profundo en el pecho que te impide respirar o alzar los brazos, largas noches de insomnio o el luchar hasta el cansancio para lograr conciliar el sueño después de haber destruido la cama, verte en el espejo y no reconocer ese reflejo, ver como se apaga la luz de tus ojos debajo de lágrimas que tratas de retener para que no salgan, momentos en donde es difícil el pensar con claridad o ser positivo ante cualquier circunstancia que te presente la vida, por más extraordinaria que esta sea. Después de haber llegado a ese pozo en donde subir es todo un reto, está la vida que no parece tener sentido y la solución mágica que tanto anhelas parece no existir, pero es en ese punto clave en donde está el inicio de tu LIBERTAD, suena irónico ¿verdad?, pero es en ese punto en el que sientes que has decepcionado a todos, incluso a ti, donde han caído todo tipo de prejuicios, creencias, expectativas, donde encuentras tu verdadero yo.
Así que después de la tormenta es posible decir GRACIAS, gracias a las crisis o desiertos por los que he tenido que pasar para poder escribirles que el sufrimiento es una decisión, está en ti, en decidir luchar con lo último de tus fuerzas para arrastrarte por entre las lágrimas, el sudor y el fango causado por tanta destrucción para salir de allí, al principio parece imposible pero cuando logras despegar la cabeza del piso, descubres que ese dolor no domina tu vida, sino que eres tu quien determina si este tendrá el papel protagónico o secundario en tu historia, dependiendo únicamente de cómo tú interpretes e incorpores a tu forma de ver la realidad de ese dolor. Ahora, la invitación es a que mires tu vida y tomes la decisión de evitar el sufrimiento, pero si por el contrario no encuentras salida del pozo, déjamelo saber, porque nadie merece quedarse solo en medio de la oscuridad, sin embargo desde ya te advierto que el camino para transformarse al punto en donde abrazas el dolor y se convierte en tu motivación es arduo, doloroso, requiere sacrificar a tu antiguo yo y reconstruirte, dejando como base el amor, el perdón y la obediencia únicamente a los anhelos de tu corazón, ya que estos siempre provienen del espíritu.
Que bonito es leer un texto que hace parte de una historia vivida, y de allí poder identificar aspectos que han tocado mi vida y que apesar de que puedan existir contextos diferentes, el concepto es el mismo: el dolor, que se asimila de miles de maneras de acuerdo a sus.diversas causas, y del que no vemos maneras de como afrontarlo, hasta que se aprende a convivir con el, a punto de que no lastime sino por el contrario se convierta en nuestro aliado para resurgir y renacer en nuestro propósito de vida .